lunes, 2 de marzo de 2009

cuaderno de bitácora (I): city & home

Hoy empiezo un breve resumen y puesta al día de mi vida transatlántica, así que amárrense al asiento y provéanse de refrigerio que empiezo.

La ciudad de La Plata es una ciudad relativamente nueva, se fundó a finales del siglo XIX y su creación se planificó para dotar a la provincia de Buenos Aires de una capital diferente a la de Buenos Aires ciudad, ya que ésta aglomeraba ya muchas sedes administrativas. Si veis algún mapa de la ciudad observaréis que es una cuadrícula perfecta con las calles nombradas por números. Tiene cada pocas cuadras -manzanas- pequeños parques y las calles de por sí tienen árboles a los lados. No es en absoluto una ciudad tercermundista -como muchos os pensáis-, la ciudad está asfaltada y tiene bastante comercio. Por lo que me han dicho, en Argentina, vasto país, los pueblillos y carreteras están bastante mal, muchos sin asfaltar ni iluminar. Se salvan de esta situación las principales ciudades y destinos turísticos y todo lo que son los alrededores de Buenos Aires -donde se incluye La Plata-. Sin embargo, difiere de las urbes europeas en que todo, en general, está muy mal cuidado: las aceras levantadas, infinidad de pintadas por todos lados -qué recuerdos de pintadas como "zorras" o "telerrorismo" que duraban apenas unas horas-, mucha basura y muy poca iluminación -caminar por la noche es toda una aventura-. No hay contenedores de basura así que podéis imaginaros como vuelan los desperdicios de un lado para otro. No hay muchos bloques de edificios como en España, la mayoría de viviendas son casas de uno o dos pisos con desigual estado de conservación. Hay cuatro o cinco calles principales que concentran la mayoría del comercio, dispersándose por el resto de la ciudad pequeños comercios de comida -para los de Teruel, son como la tienda de Izquierdo pero bastante peor cuidadas-.

Sin duda lo que peor llevo de la ciudad es el tráfico y los perros. Éstos últimos abundan por toda la ciudad. No son chuchos pequeños, suelen tener un tamaño considerable, pero están la mayor parte del día tumbados por las esquinas. No ladran ni se asustan por nada, pero habitan en cualquier lado. Yo que siempre he tenido algo de pánico a estos bichos ya me estoy acostumbrando a ellos -aunque de vez en cuando me sigo cambiando de acera cuando veo alguno, jeje-. Lo del tráfico es otro cantar. Los que alguna vez en vuestra vida habéis caminado por las calles de Roma sin duda pensaréis que los italianos conducen muy mal, y tenéis toda la razón: para cruzar las calles de la capital italiana hay que caminar despacio y sin correr, que los coches ya se encargaran de sortearte. Bien, pues aquí ni esas. Lo que impera es la ley del más fuerte y el más rápido. Menuda locura la conducción en este país. Cruzo de acera a acera corriendo sin parar. Los semáforos existen pero la gente no les hace ni puto caso, las señales brillan por su ausencia, la delimitación de carriles es ignota y el respeto al peatón no es bien visto. Sólo comentaros que ayer por la noche pillé un taxi y, con lluvia, sin luz del sol y con calles escasísimamente iluminadas, el flaco -tío en Argentina- ¡no llevaba las luces encendidas!. Qué acojone. Cuando me subo a coches de gente de aquí soy el único que hace el ademán de ponerse el cinturón. Voy cagao como peatón y como tripulante más aún.

Sin embargo debo decir que, a grosso modo, la ciudad está muy bien. Además me gusta mucho que halla tanto espacio verde. Buen lugar para vivir.

La casa donde vivo es de una sola planta con dos pequeños jardines, en la parte anterior y posterior. Para cenar allí se está de lujo. Internet no nos va muy bien, por ello aún no he subido fotos -todo se andará-. En la casa hay alojamiento para bastantes. Lo único que hay que hacer es colocar colchones por el suelo, así que id animándoos a hacerme una visitilla. Vivo con Nuria, la profesora ecuestre, y acabamos de "adoptar" a una jovencilla de diecisiete años californiana. Esta chica está de intercambio en La Plata por un año, pero ha habido problemas con la familia donde se alojaba y va a estar en nuestra casa quince o veinte días. Así que seré su papá temporalmente, ¡qué locura!. Mi habitación es individual y con tele, ¡todo un lujo!.

Y nada más por hoy. Mañana parte II: university & meals

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Pablo. El 17 de septiembre de 2009 me tienes allí. Un abrazo. Chikito.