Sin duda alguna el tema de las fiestas nocturnas, garitos, música, gente, esperpentos, personajes y mujeres es el más jugoso y del que más me podría explayar. Pensaba completar esta entrada del blog con un escueto BRUTAAAAL, o con alguna canción, ya que hablar de la vida intempestiva y de la fauna que la habita no siempre es fácil y requiere de infinidad de detalles que en estado resacoso es complicado escribir.
Únicamente os voy a decir que los boliches -así se conocen a los bares nocturnos- están muy, muy bien. El horario de fiesta no tiene fin. Las copas están a un precio más que asequible. La música es para gustos, dependiendo del antro que se frecuente. La gente merece por mi parte una nota excelente. Y las minas -chicas-, ¿qué decir de ellas?... son para volverse loco.
Doy por concluida la toma general de contacto con mi vida transoceánica. Las historias continúan y seréis testigos de ellas al acercaros a este blog.
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