sábado, 21 de marzo de 2009

antes de la joda

Es la primera vez, si mi maltrecha memoria no me falla, que escribo en mi blog con unas cuantas cervezas de más. Me encuentro en el periodo de hacer tiempo hasta la hora de salir de fiesta, por estos lugares eso es de 22:00 a 01:00 horas, muy tarde, ya lo sé, pero es que la jodienda se alarga hasta el alba. Paro, que tengo que rellenar el vaso. Ya estoy de vuelta. De paso comento que la botella de un litro de heineken, o como diablos se escriba esa tediosa marca de cerveza, cuesta algo más de un euro. No está mal. Pues eso, que hoy me toca más fiesta -digo más porque llevo unos días de erasmus total, sin buscarlo evidentemente, jeje-.

Llevo ya más de un mes deambulando entre boludos, ches y otras exquisiteces aportadas por el lunfardo y la jerga argentina. Mi balance hasta ahora, ahorrándonos la funesta primera semana de contacto, es francamente positivo. Lo mejor es que conforme pasa el tiempo me va gustando más esto. Hasta las clases se vuelven entretenidísimas -¿quién pensaba que yo diría esto alguna vez?-. Hoy, por ejemplo, teníamos que comentar una lectura que la profesora nos había recomendado, era sobre las distintas etapas del capitalismo, más o menos, pues bien, nada más comenzar la clase ya ha salido uno diciendo que él se había leído las diez primeras hojas y al ver los errores de bulto tan garrafales que allí aparecían -toda la razón tenía- no había seguido leyendo más. A partir de ahí todo han sido discusiones sobre la situación del capitalismo actualmente en el mundo y demás delicatesen, siempre contando con el beneplácito de la profesora. Me ha parecido entretenido y ameno, sobre todo por ver la mentalidad de estas gentes, lo puteados que están en el día a día y, lo que más sorprende, lo interiorizado que tienen que están puteados y que van a seguir así por un largo tiempo. Razones no les falta para pensar de esa manera. Lo importante, a lo que aquí concierne, es que las clases son otra cosa, son discusión y opinión, muy distinto a España.

Paro de nuevo, voy a recargar. Recargué. También me encendí un pitillito -sigo siendo fumador social, es decir, na más que cuando salgo de fiesta-. Paquete de marlboro menos de un euro, ahí queda dicho. Más cosas. Ahora estoy viviendo también con un estadounidense que ha venido de voluntario a un hospital -he´s a young doctor- por cuatro meses. Multiculturalismo al poder. El pobre no habla casi na español, así que de puta madre, ¡¡¡puedo practicar el inglés!!!.

Meadica, que ya toca. Si os digo la verdad, en todo este tiempo aún no he sentido nostalgia; la sentí cuando aún no había salido del hogar familiar pero por aquí, por suerte, no he tenido ese sentimiento. Digo que por suerte, porque eso debe significar que no me lo debo de estar pasando nada mal. Ello no quiere decir que no os heche de menos a muchos de vosotros, seguramente a todos los que seguís este blog de continuo -que no sois pocos, lo sé a ciencia cierta- y a muchos más. Agradezco mucho los emails que enviáis. Hoy, sin ir más lejos, he leído el de un gran amigo, al que siempre guardaré en mi memoria y corazón, y que pese a que me contaba sus desventuras amorosas y quijoteras de cabeza, me ha hecho mucha gracia. Maldita la gracia que le hará a él que me haga gracia a mí. Pero entre lo bien que escribe y la historia que me cuenta me he sumergido de lleno en su aventura y me ha hecho sonreír.

Ya no sé ni lo que quería escribir hoy ni lo que he llegado a plasmar en este mundo internaútico -creo que me acabo de inventar una palabra-. Pero bueno, que seáis buenos y que empecéis a escribir la carta a los reyes mágicos de oriente u occidente, dependiendo de donde se mire. Siguen mis peripecias desde el hemisferio sur. Aprendiendo de fútbol y bailando el puto regueton.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pableraaaaaaaaas!! Joder un litro de Heineken poco más d un €, tío está casi todo tiradisimo por allí o q?? Veo q estas disfrutando como un enano, y mira a ver si existe tu "nueva" palabra y sino la patentas, jejeje. A cuidarse. F