lunes, 14 de diciembre de 2009

visitas agradables

Prometo narrar el viaje a Marruecos de la semana pasada antes de que acabe el año. Pero antes voy a publicar el poema que escribí a Nico e Irene semanas antes de que vinieran a verme a la Argentina.


A fe mía que os prometo
que si un carro deseáis
yo haré votos por mi vida
para que allí lo tengáis.

Más si cádillac no fuese
o limusina no encontrase
yo a vos pongo mi lomera
para llegar a buen fin
y llevaros a chin chin.

Una cosa yo os aviso
a usted fermosa dama
cuya imagen yo diviso
día a día tras el alba
y sus pechos yo bendigo
pa que sean bienvenidos
a esta tierra tan lejana;
por usted pongo mi espalda
mi valía y hasta mi alma,
más jamás por ese enclenque,
ese menguo y condenado
de las tierras monegrinas
cuyos hijos son bastardos.

En el caso que llegase
con vuesencia el condenado
os sugiero que tomasen
un auto motorizado.
Colectivo aquí le llaman
y está cerca de La Plata.

Este gentilhombre se despide
esperando impaciente
la llegada ya inminente
de la gente a la que escribe.