viernes, 3 de abril de 2009

sin llegar al puerto esperado

Antes de nada una aclaración: este blog NO será utilizado para explicar las aventuras sexuales de mi enclenque persona por Argentina, aunque sé que muchos lo estáis esperando como agua de mayo. Bien es cierto que igual que hoy digo una cosa, mañana puedo decir otra y pasado todo lo contrario. La contradicción es un acto de humildad y un ejercicio de sentido del humor. Así que quién sabe lo que puedo contar dentro de cinco minutos. Ni yo lo sé. Me lo inventaré. El día menos pensado me invento una batallita de esas que le gustan a la gente, con fiesta, sexo, peleas y muchos insultos, le añado algún toque sudamericano, la pongo en primera persona y la subo a esta cosa interactiva. ¿Se la creerían? -quiero decir, ¿os la creeríais?- Apuesto que sí. De todas formas, veo mucho más probable que escriba alguna anécdota cierta de las que ocurren por aquí y no os la toméis en serio. C´est Argentine.

Otra aclaración, como poco a poco podréis comprobar, eso de narrar cronológicamente los sucesos que me acaecen me da un poco por el culo. Prefiero escribir lo que se me pasa por la cabezota en cada momento. Bien es verdad que me estoy reprimiendo mucho -no es cuestión de ahuyentar al personal en tan poco tiempo-, aunque ¡que cojones!, a quien no le guste que no lea, y santas pascuas.

Se acabaron las aclaraciones por hoy. No sé si llegan las noticias de aquí al otro lado del charco, pero aquí se ha muerto Alfonsín. Que quién es. Pues un tipejo, amostachado, barrigudo que gobernó la república argentina tras concluir la dictadura militar. Fue el primer presidente electo en la restaurada democracia de Argentina. Yo apenas sabía su nombre cuando llegué. La gente de aquí hace diez días ni se acordaba de él. Se murió y catapúm, decenas de miles de personas se congregan para rendirle el último adiós. Las cadenas de televisión ya tienen tema para cubrir las veinticuatro horas de su parrilla. En una de ellas leí un rótulo donde se leía: murió la democracia. Idolatración al instante -aquí son expertos en ello-. En fin, supongo que en todos lados ocurren cosas similares. Seguro que cuando muera Fraga se le hace un panegírico similar, si no, al tiempo.

¿Qué más? Ah, que Argentina perdió por un abrumador seis cero ante Bolivia. Lo vi mientras jugaba a los bolos y no podéis imaginaros la gente cómo se ponía, parecía que estuvieran en el mismísimo estadio. Jugaban en campo contrario, a tres mil seiscientos metros, y se esperaba un resultado ajustado, una derrota por la mínima. En Trafalgar fue la climatología, en Bolivia iba a ser la orografía. La derrota estaba justificada antes de empezar, pero una cosa es la derrora y otra bien distinta es la humillación. Si unos días antes la selección de Maradona era de diez, ahora el toque maradoniano era letal para el conjunto. Lo dicho, estas cosas ocurren aquí, en españilandia, en gabacholandia y quién sabe si también en Andorra -la bella, no la de Teruel- actualmente declarada paraíso fiscal archipeligroso e hiperresponsable de la crisis económica mundial.

Me he explayado demasiado y no he llegado a comentar lo que quería, que era la juerga que tuve por la noche el pasado miércoles y algo sobre los taxis de esta ciudad. Lo dejo para otro día. O tal vez no. Y esa historia incluía a mujeres, que conste.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buah, cuentas esto y no la historia del taxi con mujeres, para mi has perdido el poco respeto q te tenía... fuera fuera!! jeje. F