lunes, 23 de noviembre de 2009

mensajes para no borrar

Acabo de emocionarme de verdad. La culpa la ha tenido una gran amiga de mis tiempos cerbuniles. En cuanto he leído el título del email me ha entrado un cosquilleo por el estómago que me ha puesto los pelos de punta. De la emoción y de los recuerdos. ¡Madre mía! Estoy todavía sin palabras y con los ojos vidriosos. Y contento. Muy contento. Feliz de que se haya cruzado por mi vida una persona como ella.

Gracias por estos recuerdos. Un beso enorme.

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