jueves, 19 de noviembre de 2009

cosas copadas

Extraño de la Argentina el tumbarme por la tarde en la cama a ver una peli con una palangana llena de helado de dulce de leche. Porque hay que admitir que está bueno el puto helado de dulce de leche. Y los alfajores... qué ricos. Joder, si es que se me hace la boca agua sólo de pensar en esos dulces de doble capa de Terrabusi. Menuda adicción. Pelotudos argentinos, ya sabéis, no sólo montaremos el negocio de los telos, sino que también exportaremos alfajores y helado de dulce de leche -del bueno, no de los sucedáneos que se pueden encontrar por acá-. Y si además armamos un centro de hinchas de Gimnasia, joya.

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