miércoles, 4 de noviembre de 2009

esbozos de mentiras, recuerdos de verdades

El soplo de esa mirada sobre mis orejas. Ese vestido bailarín que te cubre poco más abajo de la cintura. Esas manos pequeñas y presumidas que acarician con miedo a que se marchiten los dedos. El cabello díscolo y desacompasado, como si no fuera tuyo, como si viajara por libre, sin mirarte a ti. La sonrisa, tu sonrisa, que ni ríe ni llora, ni es cierta ni es falsa, simplemente es una mentira en tu rostro que me me vuelve loco...

De madrugada y por la puerta del servicio
me pasabas el hachís
al borde del precipicio
jugábamos a Telma y Louis.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estas bajando el nivel...