jueves, 4 de noviembre de 2010

un partido alocado

El partido está en el limbo, sin rumbo fijo ni equipo conformado. Cuando ya quedaba poco para que acabase, el equipo local ha revolucionado el escenario. El público anonadado observa como lo que parecía un espectáculo bufo se convierte en kafkiano por momentos.

El colocador, que ejerce de capitán, ha decidido dejar su puesto sin que finalice el set. En lugar de abandonar el pabellón decide colocarse de suplente en el banquillo a verlas venir. Los dos centrales que le acompañaban, ante tal guirigay, deciden irse del equipo. Éstos, por el contrario, se marchan lejos dejando su puesto a nuevos jugadores. El problema aquí es saber quién lo ocupará, puesto que los centrales reserva tienen sus dudas de seguir el encuentro.

Por su parte, el resto de jugadores en pista, que tan alegremente animaron al capitán a coger las riendas del equipo, parece que están perdidos y sin apoyos para asumir tal responsabilidad. Sería poco prudente aceptar la ayuda del capitán saliente después de la que ha armado. No tienen amigos en el banquillo que suplan las bajas, pero ellos son conscientes de que aún están en el equipo titular y los puntos que han logrado (y perdido) hasta la fecha son suyos también.

En medio de todo este jaleo, la facción mayoritaria que esperaba en el banquillo, está dispuesta a coger el timón y poner a un nuevo colocador que los dirija. Sin mucho ánimo, pues el final es inminente, y si salen al encuentro y acaba mal pueden perder puntos de cara a la próxima renovación. No obstante también calculan que se valore su entrega al intentar salvar el partido.

Los dos juveniles, que andan por la esquina, son conscientes de que no van a poder salir a pista, pero tratan de animar desde la zona de calentamiento para que el equipo de Teruel logre, al menos, salir bien parado del encuentro. Ya veremos como acaba el partido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Q cuqui te ha qdado, parece q hables de voley y todo...

PABLO dijo...

la palabra "cuqui" me ha matao

Eli dijo...

Un placer encontrar esta muestra de ingenio. Gracias