domingo, 13 de noviembre de 2011

cançó de matinada

Es raro volver por estos lugares. Viejas calles de juventud en las que se han pasado buenos y malos ratos; refugio de pecados y mentidero de alegrías.

El tiempo pasa y las horas pesan. Cambian las personas, envejecen las conversaciones, se cierran puertas y otras se entreabren para mostrarnos lo que fuimos y lo que somos. Nunca concuerda. Ni éramos lo que pensábamos, ni somos lo que creemos que somos. Tal vez así deba de ser. Hay que dejar margen a la imaginación para que retoce a sus anchas.

1 comentario:

Imolón dijo...

Ya se echaban en falta tus entradas. ;)