jueves, 23 de diciembre de 2010

en crisis sobran los chiflos

Comienza el 2011 y las elecciones municipales y autonómicas se atisban en el horizonte cercano. Comienza la época de promesas, proyectos, reproches y sonrisas. Que si mítines, que si charlas, carteles, pines y estampitas. Antes de que comience el despiporre y la diarrea verborréica para engatusar a los turolenses me gustaría llamar la atención sobre una cosa.

No soy experto en marketing ni en propaganda, pero no sé hasta qué punto el llenar las calles de bigotudos, rubiteñidas o arios maquillados incide en el voto del ciudadano. Más aún en la época de las tecnologías en la que estamos inmersos. Lo digo, más que nada, por los gastos en los que incurren en la campaña electoral todos los partidos. A Teruel también ha llegado la crisis, me imagino que lo sabrán, y no veo prudente derrochar sin ton ni son. Piensen que a la ciudadanía se le convence (o defrauda) en el día a día. No somos tontos y no nos merecemos que nos quieran vender el pescado con lacito antes de las elecciones. Piensen, por favor.

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